Nos gusta la Pascua. Y nos gusta mucho más desde que incorporamos a nuestro catálogo de costumbres, las tradiciones suecas que conocimos allí.
Estos días, todas las niñas del país se visten con
pañuelos de colores, viejas toquillas de lana, y faldas de retales para
convertirse en brujitas por un día. Y es que nos contaron que los
suecos, por allá en el 1800, eran muy supersticiosos: creían que durante
la Pascua las brujas venían a visitar al diablo a Blåkulla, la colina
azul, y para protegerse de ellas tapaban las chimeneas de las casas,
pintaban dos cruzes en la puerta de entrada, y dejaban de utilizar
cualquier utensilio que tuviera forma redonda...así que incluso dejaban
de amasar pan!
Siempre es divertido viajar en el tiempo y
retroceder a la tierra de donde yo vengo...¿as meigas? habelas
hainas...O caso é dar con elas...
Las cintas de vivos colores y estampados mil, que en usaban en la Suecia antigua para adornar sus días de celebración...
y los bulbos de narcisos...Todo alrededor muy amarillo.
y plumas y más plumas en las calles...
ahhh...y no podían faltar los huevos de Pascua, éste ha sido nuestro árbol en el jardín....
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